La investigación del cáncer es un pilar crucial para que los países brinden servicios más asequibles, de mayor calidad y más equitativos. Sin embargo, el cáncer en Europa se encuentra en una encrucijada. El cáncer ya era una de las principales causas de muerte prematura antes de la pandemia de COVID-19, y los efectos desastrosos de la pandemia en el diagnóstico y tratamiento probablemente retrasarán los resultados del cáncer en Europa en casi una década”, así comienza el informe elaborado por The Lancet Oncology: European Groundshot Comission en cuyas páginas se alerta sobre una posible epidemia de cáncer en Europa si no toman las medidas adecuadas.

Los acontecimientos de los últimos años, la pandemia del COVID-19, el Brexit o el impacto de la guerra en Ucrania, hacen necesario reflexionar sobre el futuro de la enfermedad. En este contexto, reconociendo la importancia fundamental de la investigación para mitigar la pandemia actual como primera urgencia, pero sobre todo para construir mejores servicios y sistemas europeos contra el cáncer para los pacientes del mañana. Por ello, esta Comisión surge para ayudar al desarrollo del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer.

El objetivo de esta Comisión pasa por establecer una hoja de ruta de investigación del cáncer centrada en el paciente y basada en la evidencia de los datos europeos. Para ello, una amplia gama de expertos ha analizado las nuevas cifras detalladas sobre la actividad de investigación del cáncer en toda Europa durante los últimos 12 años.

Este análisis ha permitido, entre otras cosas, identificar áreas que quizás están demasiado enfatizadas en la investigación actual sobre el cáncer en Europa, al mismo tiempo que destaca los dominios que están desatendidos. De esta forma, estos datos permitirán generar mejores estrategias y planificación de investigación del cáncer en el futuro.

Tres factores de riesgo para la investigación y los sistemas de salud

Para entender la actual actividad de la investigación contra el cáncer y cuál puede ser el futuro, los expertos han puesto en contexto tres factores de riesgo que están impactando tanto en la investigación oncológica como en los sistemas nacionales de salud de los diversos países europeos.

  • COVID-19: Según el análisis de la Comisión, el impacto del COVID-19 se tradujo en que los médicos vieron 1,5 millones menos de pacientes con cáncer en el primer año de la pandemia en toda Europa. Además, uno de cada dos pacientes con cáncer no recibió cirugía ni quimioterapia de una manera adecuada. Pero no solo preocupan los pacientes diagnosticados que no fueron atendidos, sino que se pasaron por alto 100 millones de pruebas de detección del cáncer. Por todo ello, se estima que en torno a 1 millón de europeos viven con tumores sin saberlo. De esta forma, según las conclusiones del informe, la pandemia retrasará los resultados del cáncer en Europa en casi una década. Además, el estudio también señala que “hay pruebas de que una mayor proporción de los pacientes son diagnosticados en etapas posteriores del cáncer en comparación con las tasas previas a la pandemia como consecuencia de retrasos sustanciales en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer”.
  • Guerra de Ucrania: No solo impactan en la salud las crisis propiamente sanitarias. La invasión de Ucrania por Rusia y la consiguiente guerra, sumada al efecto de la pandemia de COVID-19 en los sistemas de salud europeos, ha creado una crisis humanitaria masiva, según esta Comisión de The Lancet. La llegada de refugiados ucranianos a los diversos países europeos está creando nuevas dificultades para la capacidad de los sistemas sanitarios, especialmente para los países de Europa central y oriental. Además, en el caso concreto del impacto en la investigación contra el cáncer, cabe recordar que Rusia y Ucrania son dos de los mayores contribuyentes a la investigación clínica del cáncer en el mundo, especialmente la que está patrocinada por la industria.
  • Brexit: Según la Comisión, si el Reino Unido no participa en la investigación colaborativa del cáncer junto con la Unión Europea y no forma parte de la comunidad de investigación de Horizon Europe, esto tendrá un efecto extremadamente perjudicial en la actividad europea de investigación oncológica.

Recomendaciones para aumentar la supervivencia en cáncer

Ante esta situación, la Comisión de The Lancet ha identificado 12 recomendaciones clave. El fin es lograr rediseñar la investigación del cáncer y su implementación en Europa. Solo así será posible alcanzar el ambicioso objetivo de lograr una supervivencia media del 70% de los casos de cáncer en Europa para el año 2030.

De estas 12 recomendaciones, cabe destacar las siguientes:

  • Duplicar los fondos públicos destinados a la investigación en cáncer: La cantidad total de inversión en cáncer en Europa entre 2010 y 2019, excluyendo el sector privado, fue de entre 20 y 22 mil millones de euros. Es decir, alrededor de 26 euros per cápita. La cifra mínima equivalente para EE.UU. durante el mismo período fue de 80,5 mil millones de dólares estadounidenses (alrededor de 76 mil millones de euros y 234 euros per cápita). Teniendo en cuenta esta brecha dramática en el gasto per cápita, la Comisión pide que se duplique el presupuesto europeo de investigación del cáncer a 50 € per cápita en 2030.
  • Impulso a la prevención y el diagnóstico precoz: Esta falta de financiación debe solucionarse también con un mayor impulso de la prevención del cáncer. No obstante, solo así sería posible reducir la cantidad de personas que desarrollan cáncer y, por lo tanto, permitiría dedicar más recursos disponibles para aquellas que requieran tratamiento. Además, hasta un tercio de los casos de cáncer en Europa tienen más probabilidades de tener un mejor resultado si se detectan a tiempo. Aun así, la realidad es que las tasas de pruebas de detección varían ampliamente entre los diferentes países europeos.
  • Equidad: Precisamente, las diferencias entre países son otro de los retos a abordar, según la Comisión. Así, es necesario derribar las barreras políticas que dividen el continente, superando el popularismo, para trabajar juntos. De hecho, el COVID-19 ha demostrado la colaboración internacional permite lograr mejores y más rápidos resultados.
  • Innovación: La recopilación de datos y convertirlos en conocimiento sobre el cáncer ha sido un pilar fundamental de esta Comisión que considera que con demasiada frecuencia, la opinión, incluso la opinión de los expertos, ha triunfado sobre los datos en la creación e implementación de las políticas de investigación del cáncer. Según la Comisión, “debemos seguir los datos y actuar en función de lo que revelan”.
  • Centros oncológicos: Otro punto clave es el papel que deben tener los centros oncológicos integrales a la hora de impulsar la agenda europea de investigación del cáncer.
  • Paciente en el centro: Por último, todo esto debe pasar por contar con los pacientes como participantes activos en la investigación junto a los investigadores y los especialistas clínicos.