Desde la Asociación Española Contra el Cáncer estamos muy orgullosos de todos los pacientes que hemos acompañado. Todos los cánceres que hemos evitado. Todas las batallas que hemos ganado. Todos los tratamientos que no existían hace unos años y todas las esperanzadoras terapias que estamos investigando. Pero es hora de dar un paso más en el camino.

Un camino que, como el proceso oncológico, tiene sus altos y bajos. Sus curvas. Sus nuevas direcciones y cambios de rumbo. Un camino que avanza hacia delante, aunque a veces retrocede, pero siempre con una vocación clara de enfrentarse con valentía y constancia a ese gran reto que supone el cáncer. Un camino en el que están los pacientes, pero también sus familias y cuidadores, nuestros profesionales, los investigadores y, por supuesto, los voluntarios. Un #CaminoContraelCáncer que nos debe involucrar a todos.


La sociedad ha cambiado y nosotros, con ella

Por eso, hoy, tras más de 20 años con la misma imagen, nos transformamos para adaptarnos a las nuevas necesidades y realidad de un nuevo paciente y una sociedad más comprometidos, digitales y preocupados por la salud. Pero también de una sociedad que, más todavía en estos años marcados por la pandemia y sus efectos económicos y sociales, está sufriendo las desigualdades en torno a la enfermedad. Y es que el cáncer es igual para todas las personas, pero no todas las personas somos iguales frente al cáncer.

En definitiva, este cambio en nuestra marca no solo es un cambio de identidad. Es un cambio de rumbo en el que el objetivo es estar aún más cerca del paciente. El centro de todo nuestro esfuerzo. Así, nuestra forma de trabajar ahora se dirige a un objetivo claro: garantizar la equidad en cáncer. Igualdad para prevenir el cáncer, enfrentarse a la enfermedad y acceder a los resultados de la investigación.

Esa es la razón por la que hacemos del “camino” nuestro nuevo símbolo que, además, se transforma en una doble C porque también simboliza el abrazo y la protección que ofrecemos a las personas que sufren un diagnóstico de cáncer. Un símbolo que sigue marcado de color verde, porque lo que no hemos cambiado es nuestra esperanza en la lucha contra el cáncer.

Y es que, tenemos que ser valientes y mostrar la realidad del cáncer, la dureza de la enfermedad. Pero también la valentía, el coraje y la lección de vida que cada día nos enseñan las personas a las que acompañamos.


Una mirada de esperanza al futuro

Ahora más que nunca, queremos seguir luchando para defender la mejor asistencia sin importar el lugar donde se viva, la condición social o incluso el tipo de tumor que se tenga. Queremos no solo luchar contra el cáncer que se diagnostica, sino el que está por llegar, avanzando en la investigación y formación sobre prevención y estilos de vida saludables, que sean accesibles para todos. Queremos impulsar la investigación colaborativa para todos los pacientes tengan las mismas oportunidades. 

Si hemos aprendido algo en estos años es que el cáncer no es invencible. Pero sí que es posible hacerlo cada vez más débil. En 1953 un paciente con cáncer contaba con un 25% de supervivencia en el momento de su diagnóstico. En 2014, la media se situaba en el 57%. Nuestro objetivo para el 2030 es alcanzar el 70% de supervivencia para todos los pacientes con cáncer. Un objetivo que solo será posible con el empuje y la concienciación de todos y de nuestros gobiernos. Con un cambio real como el que hoy comenzamos.

Para ello es el momento de ser más fuertes que nunca, para que el cáncer no provoque más pobreza, más desigualdades, más tristeza. Acompáñanos en este nuevo camino contra el cáncer. Va a ser emocionante.

Entra en nuestra web www.asociacioncontraelcancer.es #CaminoContraelCáncer

Ayuda contra el cáncer