Las enfermedades no transmisibles (ENT) suponen uno de los principales retos de salud pública en la actualidad; ya que representan más del 70% de las muertes anuales en el mundo. Hablamos, entre otras, de enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes o la enfermedad respiratoria crónica.


Pero, ¿por qué se las denomina enfermedades no transmisibles?

Las enfermedades no transmisibles, o crónicas, son afecciones de larga duración y con una progresión generalmente lenta, que tienen su origen, en gran parte, en nuestros hábitos de vida. Así, los expertos de la salud señalan el consumo de tabaco, la mala alimentación, la falta de actividad física y el consumo de alcohol como los factores de riesgo que más influyen en la aparición de este tipo de enfermedades.

De hecho, según el estudio ‘Impacto económico y social del Cáncer en España’, elaborado por Oliver Wyman para la Asociación Española Contra el Cáncer, se estima que entre el 30 y el 50% de los casos de cáncer pueden ser evitados siguiendo métodos de prevención. Esto incluye tanto la adquisición de hábitos de vida más saludables, como la correcta implantación y participación en los programas de cribado destinados a la población en riesgo.

Esto implicaría no solo prevenir nuevos casos de cáncer y aumentar la esperanza de vida; también reducir el gasto sanitario público. Según este mismo informe, se estima que alrededor de 9.000 millones de euros se podrían reducir de los costes globales del cáncer, que en España ascienden a, al menos, 19.300 millones de euros.

Es fundamental, por lo tanto, trabajar en la prevención de este tipo de enfermedades no transmisibles como el cáncer. Algo que desde la Asociación Española Contra el Cáncer llevamos tiempo promoviendo, junto otras entidades, a través de la red de prevención REDENT para impulsar medidas que logren el respaldo de los poderes públicos, como, por ejemplo, la ampliación de los espacios sin humo.


Consejos para prevenir el cáncer y otras enfermedades no transmisibles

Como decíamos, llevar un estilo de vida saludable es uno de los factores de prevención.  Por tanto, si quieres evitar el cáncer y otras enfermedades no transmisibles comienza por poner en práctica estos consejos en tu día a día:


1. Come saludable: apuesta por una dieta mediterránea

Los cambios en la dieta (poca ingesta de frutas y verduras, alta ingesta de azúcar, grasas en exceso, productos carcinógenos, alta ingesta de sal) han aumentado considerablemente los índices de sobrepeso y obesidad. Las últimas cifras revelan que el 39,3 de los adultos españoles entre 25 y 64 años presenta sobrepeso y el 21,6% obesidad. Esto se resume en un aumento de enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares o el cáncer.

Por ello, mantener una alimentación saludable, basada en la dieta mediterránea, es fundamental para prevenir el cáncer.

Lee: ¿Cómo debe ser una dieta saludable para prevenir el cáncer?


2. Haz ejercicio físico cada día

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Por este motivo, la práctica de ejercicio físico es fundamental a lo largo de la vida por su capacidad de prevención de diversas enfermedades, entre ellas el cáncer. Existen suficientes evidencias científicas que demuestran que una vida activa físicamente puede proteger, fundamentalmente, frente al cáncer de colon y de mama. Además, la actividad física regular contribuye a mantener el peso en los límites adecuados y evitar el sobrepeso y la obesidad.

En cuanto a la intensidad del ejercicio deberá adaptarse a cada edad. Por ejemplo, entre los 18 y 64 años se recomienda dedicar como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.

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3. ¡No fumes! Uno de cada tres cánceres está relacionado con el tabaco

Se sabe que el humo de tabaco contiene más de 4.000 productos químicos, de los cuales, al menos, 250 son nocivos y más de 50 causan cáncer. De hecho, el consumo de tabaco está relacionado con hasta 15 tipos de cáncer diferentes.  

Por este motivo, en la Asociación Española Contra el Cáncer ofrecemos nuestro apoyo para dejar de fumar a todo aquel que lo necesite, a través de nuestros profesionales y recursos terapéuticos de ayuda, como nuestra aplicación móvil Respiraap o nuestra guía para dejar de fumar.


4. Tolerancia cero con el alcohol

Por último, cabe recordar que el alcohol es el factor de riesgo más extendido en la población española. El 62% de los españoles de entre 15 y 64 años lo ha consumido en el último mes. Casi el 10% lo consume a diario, siendo su consumo mayor en hombres.

El consumo de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de padecer entre otros, cáncer de la cavidad oral, faringe, laringe, esófago, hígado, colorrectal y mama. Si al consumo habitual de bebidas alcohólicas le añadimos el de tabaco, se multiplica el riesgo de padecer algunos de estos cánceres entre 10 y 100 veces respecto a las personas que nunca han fumado ni bebido.

La cantidad ingerida de alcohol unida a una dieta pobre en verduras, hortalizas y fruta, común en los bebedores habituales, desempeña también un papel importante en el aumento del riesgo. Por ello, la cantidad apropiada de alcohol para la prevención del cáncer es ninguna.