En España se diagnostican al año más de 30.000 nuevos casos de cáncer de pulmón. Las estimaciones señalan que entre el 80-90% de los cánceres de pulmón se dan en fumadores, o en personas que hayan dejado de fumar recientemente. Los fumadores tienen un riesgo de 10 a 20 veces mayor de desarrollar cáncer de pulmón que los no fumadores, y el riesgo es proporcional al número de cigarrillos fumados al día y al tiempo que fume.

Los agentes de Salud Pública insisten en que el tabaco es la primera causa de muerte prevenible en nuestro país y a nivel global. Cada 11 minutos muere una persona en España a causa del tabaco, que provoca más de 50.000 decesos anuales.

Por eso, saber qué relación existe entre el tabaco y el cáncer es imprescindible para cumplir el objetivo de la iniciativa ‘Todos contra el cáncer’ de la Asociación: alcanzar el 70% de supervivencia en esta enfermedad en 2030, año en el que, además, se espera conseguir la primera generación libre de tabaco.

Impacto del tabaco en hasta 16 tipos de cáncer

El consumo de tabaco es el principal factor de riesgo de cáncer que podemos evitar. Es más, el riesgo de padecer cáncer de pulmón es entre 10 y 20 veces superior entre fumadores que entre no fumadores. El riesgo es mayor cuantos más años se ha estado fumando, cuantos más cigarrillos diarios se fuman y cuanto más joven ha comenzado la persona a fumar.

Aunque no existe ninguna manera segura de consumir tabaco, fumar es la más peligrosa, pues el mayor riesgo de padecer cáncer viene de la combustión o del humo del tabaco, compuesto por unas 4.000 sustancias diferentes, de las que 69 son consideradas altamente tóxicas y cancerígenas. El humo procedente de la combustión del tabaco también puede producir cáncer y otras enfermedades a los no fumadores, de hecho, de las más de 8 millones de personas que mata el tabaco cada año, cerca de 1,3 millones son no fumadores que están expuestos al humo ajeno.

Si sabemos que el tabaco mata, ¿por qué seguimos fumando?

José Miguel Gaona, director de Neurosalus y Profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid, analizaba en la novena edición del ‘European Conference on Tobacco or Health’ o ECToH, la principal conferencia sobre la lucha contra el tabaco y salud a nivel europeo coorganizada en 2023 por la Asociación, por qué si sabemos que el tabaco mata, continuamos fumando.

La nicotina, a parte de la necesidad de integrarse, desestresarse y de imitar a los progenitores o lo que se ve en los medios, es la respuesta a esta pregunta.

Cuando se inhala el humo del tabaco, esta sustancia química venenosa se absorbe muy rápidamente, tanto en la mucosa de la boca, como en los pulmones; desde donde pasa al aparato circulatorio distribuyéndose por todo el organismo.

En tan solo siete segundos llega al cerebro, donde se une a los llamados receptores nicotínicos produciendo un efecto placentero y gratificante para el fumador. Tan solo en 13 segundos más, 20 segundos después de la calada, llega a las zonas más distantes del cuerpo. Se convierte, por lo tanto, en la droga que más rápido llega al sistema nervioso.

Esto es lo que produce la dependencia física del tabaco y el síndrome de abstinencia, es decir, lo que dificulta a una persona con adicción al tabaco dejar de fumar (provoca ansiedad o irritabilidad, entre otros síntomas).

Además de la dependencia física, existen una serie mitos que hacen que algunos fumadores pospongan su decisión de abandonar el consumo de tabaco:

  • “Conozco personas muy mayores que fuman mucho y están muy bien”. FALSO. Cada año mueren en España más de 52.000 personas a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco.
  • “Solo las personas que han sufrido un buen susto o aquellas con mucha fuerza de voluntad pueden lograr dejar de fumar”. FALSO. Cualquier persona puede dejar de fumar.
  • “Se pasa muy mal cuando se deja, es peor el remedio que la enfermedad”. FALSO. A veces no es fácil dejarlo, pero son tantos los beneficios que merece la pena el esfuerzo.
  • “No noto que me haga tanto daño como dicen”. FALSO. Solamente fumar un cigarrillo produce un aumento de la tensión arterial y una elevación de la frecuencia cardiaca de 10 a 15 latidos por minuto.
  • “Hay muchas cosas peores que el tabaco”. FALSO. El tabaco es la primera causa de muerte evitable en los países industrializados (aproximadamente uno de cada dos fumadores fallece por enfermedades relacionadas con el tabaco).
  • “Fumar poco en una mujer embarazada no daña al feto”. FALSO. Siempre que se fuma se producen alteraciones en el feto ya que los componentes del tabaco atraviesan la barrera placentaria.

Desde la Asociación Española Contra el Cáncer ponemos a tu disposición servicios gratuitos presenciales y online para dejar de fumar, una guía disponible para descargar y Respirapp, una aplicación móvil que te acompañará y facilitará el proceso de abandono del tabaco.